16 de mayo de 2008

Tom Waits vs. Elvis Presley


Fun in Acapulco
Elvis Presley

Acapulco, sleeping in the bay
Acapulco, wake up and greet the day.
Time to tell the guitars and sleepy-eyed stars
to be on their way.
It´s such a beautiful morning, for a holiday.

Hey now come on, you old sleepy head
See the sky turning red, and you´re still in bed.
It´s fun in Acapulco.

Acapulco, look here comes the sun
Acapulco, it´s a day for fun.
I can´t wait till I meet your sweet senoritas
Kiss everyone.

This is no time for siesta, this is time for fun.

Jesus Gonna Be Here
Tom Waits

Well, Jesus will be here
Be here soon
He´s gonna cover us up with leaves
With a blanket from the moon
With a promise and a vow
And a lullaby for my brow
Jesus gonna be here
Be here soon

Well I´m just gonna wait here
I don´t have to shout
I have no reson and
I have no doubt
I´m gonna get myself
Unfurled from this mortal coiled  up world
Because Jesus gonna be here
Be here soon

I got to keep my eyes o
pen
So I can see my Lord
I´m gonna watch the horizon
From a brand new Ford
(...)

El kitsch a la vuelta de la mili. De Memphis a Las Vegas, pasando por Acapulco. Cócteles fluorescentes. Aquel ciclo de películas que pasó Televisión Española a finales de los ochenta. Fun in Acapulco (1963). Trabajador de hotel, cantante de orquesta. El cabecilla de los clavadistas en duelo con el Rey, luchándose el trabajo y la novia, pan y honor.
Tom Waits, Trovador Lumpen. Carnaval calmado. Infancia de lengua española, de frontera entre las dos Californias. Simbolismo y mendicidad. Pobreza y santitos.

Durante el verano de 1991 mi hermana C se fue de viaje con mis primas. Llevaban un viejo coche y dormían en los camping. Comían de latas y cruzaron Francia h
acia Alemania. Mis padres pensaron que yo era quizá muy joven, pero ella tenía 15 años. Quizá simplemente ya eran demasiados. Yo qué sé. Aquel fue un verano muy largo, lleno de pensamientos sobre lo que estarían haciendo, qué cosas verían. C me regaló un CD cuando volvió, morena y triunfal, a finales de Agosto. Tenía dos marcas diagonales de los pechos a los hombros, como un par de cicatrices blancas de su antiguo yo. Era u
n recopilatorio de Elvis. Yo nunca había escuchado a Elvis, pero sí me gustaba ver sus películas, en una especie de afán coleccionista, serial, que me había hecho ver también el ciclo de Sinatra, el de John Wayne, incluso el de la Durcal. Supongo que por eso lo hizo. La que más escuché era el corte 7, Fame and Fortune. Me parecía una metacanción.
En septiembre las compañeras del colegio hicimos la habitual recolecta de dinero para comprarle un regalo a Ch por su cumpleaños. Como siempre, visitamos varias tiendas del Val General, dudamos y discutimos. Le regalamos el mismo disco que yo tenía, pero en vinilo, porque Ch no tenía reproductor. 
A Ch no le gustó nada, lo tenía escrito en la cara cuando deshizo el envoltorio.

Y aún a día de hoy me pregunta por qué demonios lo escogimos.


Anexo 1. Waits vs Calexico

A menudo, como aquí, Tom Waits introduce el folk del suroeste de Estados Unidos y del norte de México en sus canciones. Habla del desierto de Arizona y del norte de México, e incluye instrumentos populares como las trompetas mariachis, o el banjo. Esa es también la postura del grupo Calexico, aunque preservando más puros los ingredientes y con un resultado más indie. Los títulos de sus canciones y discos, a menudo forman parte del mismo campo semántico: la carretera, el lugar de intersección Norte-Sur, la zona crepuscular entre dos lenguas. El álbum The Black Light tiene un desarrollo na
rrativo. Cuenta la historia de un portero de hotel que trabaja en el cementerio y acaba marchándose con el circo. Al igual que en Waits, peleas, mujeres y frontera son motivos fundamentales en él, y entre otros temas aparece el problema de los nativos y la explotación de los recursos naturales. Los géneros se entrecruzan como se entrecruzan las culturas en ese territorio. Porque la frontera es un escenario simbólico para mostrar que los resultados de la modernización han sido burocracia corrupta, opresión y miseria. La frontera es, a un nivel figurativo, un lugar donde fluye el más deseo y sus efectos (los cocktails, la música mariachi, la pelea) que la racionalidad. Un escenario plural, heterogéneo, que no puede ser forzado a tener un significado unitario por una razón totalizadora. Es la frustración gringa que late al fondo de la película de Pr
esley. Así fue representado el Oeste en el spaghetti western, y así es representado México. Waits y Calexico valoran la diferencia, observan los impulsos contrarios, la apertura a lo múltiple e inconmensurable del paisaje. Representan una consciencia de la diferencia e heterogeneidad que critica y desestabiliza el proyecto ilustrado de la Modernidad.

Anexo 2. Richard Ford y México.
Yo siempre recomiendo a Richard Ford, es un valor seguro. Éste libro es del 91. No es de los que volveré a leer, pero eso va en gustos. Un ex combatiente de Vietman cae en Oaxaca para sacar de la cárcel al hermano de su ex novia. Tráfico de drogas, jueces corruptos, lentitud, cloaca bajo el escenario turístico. Descripción de un Barraco cutre, de ataurique barato, como símbolo del engaño. 
Está muy bien como reflexión sobre la marginalidad territorial y personal, pero estereotipa un poco. 
En fin: frontera de la buena, con su libertad arriesgada, su fe y su desprecio característico. 

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